María Auxiliadora

eligesermejor29 de agosto de 2020

Festividad

Fiestas de María Auxiliadora

María la madre de Dios, siempre estuvo presente en la vida de San Juan Bosco, desde temprana edad su madre Margarita, le inculcó el amor y devoción por la Virgen.

En 1862, Don Bosco convierte la opción mariana en definitiva.

«La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana».
Don Bosco

Las misiones incorporaron en Ecuador su devoción, junto a su sentido de María Auxilio de los cristianos (Aguilar, 1917) cuya celebración corresponde al día 24 de mayo del calendario.

Desde entonces la conmemoración mariana se sobrepuso a una de las más importantes fiestas de carácter cívico y nacional: la conmemoración de la Batalla de Pichincha, símbolo de la Independencia respecto a la monarquía española.

El 8 de diciembre de 1950 fue dispuesto por el Santo Padre Pío, por la Divina Providencia Papa XII, reinante en aquel Año Santo de la Redención la coronación canónica de la imagen de María Auxiliadora de Cuenca, venerada por la iglesia salesiana.

La ceremonia se realizó entre una copiosa muchedumbre en el estadio municipal, hoy bautizado con el nombre de Alejandro Serrano Aguilar.

Ente las tradiciones más arraigadas, todos los años, generalmente en la víspera del 24 de mayo, tiene lugar La Marcha de la Fe.

Es una procesión en honor de la Santísima Vírgen María, Auxilium Christianorum, en la capital azuaya, con los ex alumnos y alumnos del colegio Técnico Salesiano de Cuenca, quienes llevan a la Auxiliadora hasta la iglesia salesiana de Cuenca en una apoteósica manifestación de piedad mariana.

Oración de Don Bosco a María Auxiliadora

Oh María, Virgen poderosa,
grande e ilustre defensora de la Iglesia,
singular auxilio de los cristianos,
terrible como un ejército ordenado para la batalla,
Tú sola has triunfado de todas las herejías del mundo.
Oh Madre, en nuestras angustias,
en nuestras luchas, en nuestros apuros,
líbranos del enemigo y en la hora de la muerte
llévanos al cielo. Amén

Referencias: