Los Quitus y el Diluvio
Los de Quito conservan aún la memoria de un antiquísimo general naufragio, del cual se salvaron solo sus progenitores en una casa de palos sobre la cumbre del Pichincha.
Según las grandes fábulas que de ellos escribió Niza(1), provino aquel naufragio de que los tres hijos del primer hombre o Dios, llamado Pacha, no teniendo con quienes hacer guerra, la mantuvieron con una gran serpiente;
que, herida ésta con muchas flechas, se vengó vomitando tanta agua que anegó toda la tierra;
que se salvó Pacha con sus tres hijos y mujeres, fabricando una casa sobre la cumbre del Pichincha, donde metió muchos animales y víveres;
que, pasados muchos días, largó al ullaguanga (ave semejante al cuervo) y no volvió por comer los cadáveres de los animales muertos;
que, echando otro pájaro, volvió con hojas verdes;
que bajó entonces Pacha con su familia hasta el plan, donde es la ciudad de Quito,
y que al tiempo de hacer allí la casa para vivir todos juntos, ninguno pudo entender lo que hablaba el otro;
que, separados por eso con sus mujeres, se habían establecido los tres hermanos y el viejo en diversas partes de la comarca, donde estaban todavía sus descendientes.
Añade el mismo que otros referían esta misma historia como sucedida en parte muy distante, desde donde fueron sus antepasados navegando por el mar hasta Cara;
y explica provenir esta diferencia de que unos eran descendientes de los primitivos Quitus,
y otros de los extranjeros que primero se establecieron en Cara.
(1) Fray Marcos de Niza, que vino a la conquista de Quito, y se dice que escribió, entre otras cosas, Las dos líneas de los Incas y de los Scyris, Señores del Cuzco y del Quito. Fue un apasionado defensor de los indios.
Referencia:
- Escrito por P. Juan de Velasco: Historia del Reino de Quito en la América Meridional. Tomo I, parte I. (1789). En Padre Juan de Velasco, SJ, Primera Parte, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, Quito, 1960. Tomado de: https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://scholar.google.com/&httpsredir=1&article=1320&context=abya_yala, el 26 de enero de 2019.