El Cinto
Cuenta la historia que una señora que vivía por Lloa que cada mañana salía a vender quesos y leche, la venta del día había estado muy mala, al regresar camino a casa se deslumbro al mirar en una piedra la imagen de la virgen.
La señora la miro gritando milagro!. milagro!...
Todos los vecinos del sector se acercaron a observar lo que sucedía, entonces miraron a la virgen, desde aquel día la señora no se preocupo más por sus quesos y leche, pues todos los días le iba bien en su venta.